En esta época, cuando empiezan a aumentar las temperaturas y todo está floreciendo, las larvas depositadas por ciertos parásitos externos durante el invierno comienzan a eclosionar, por lo que es sumamente importante verificar que nuestros amigos peludos estén libres de “ciertos habitantes” en su pelaje.
Las pulgas están presentes durante todo el año, pero en esta época es importante estar más atento que de costumbre, cuidando la higiene y el ambiente donde se encuentran nuestros animales. El aumento del calor y la humedad que se desarrolla en el pelaje de cada uno de ellos es un lugar propicio para que habiten estos parásitos, lo que puede generar picor, alergias y hasta enfermedades de transmisión más peligrosas como, por ejemplo, el Dipilydium caninun en perros.
Además, pueden causarle a nuestros amigos de cuatro patas pérdida de peso, diarrea, malestar general, adelgazamiento y, en caso graves, anemia que puede desencadenar fallas múltiples en sus organismos. Los parásitos también son un peligro inminente para nosotros, quienes interactuamos la mayor parte del tiempo con ellos.
Por otro lado, las garrapatas también transmiten enfermedades peligrosas a nuestros amigos peludos, por ejemplo, en los perros el microorganismo Ehrlichia canis, que es un parásito que destruye las plaquetas, ocasiona hemorragias en diferentes zonas del cuerpo. Esta enfermedad tan peligrosa para los animales puede ser transmitida al hombre, generando trastornos de coagulación, dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular y de articulaciones.
Otro tipo de enfermedad a tener en cuenta es la producida por el parásito Dipylidium caninum. Cuando el mismo se encuentra en su estado de larva puede ser ingerido por nuestros perros o gatos cuando se lamen o muerden, alojando al parásito internamente. Generalmente, esto ocasiona problemas en sus pelajes, estreñimiento y mucha picazón. En el caso de los humanos puede generar diarrea, reacciones alérgicas diversas e irritabilidad.
¿Qué puedo hacer?
Por todo esto, es necesario llevar a cabo una limpieza profunda, tanto de nuestros compañeritos de cuatro patas, como de los ambientes en donde se encuentran.
Este tipo de problemas tan cotidianos se pueden evitar realizando las desparasitaciones correspondientes y la aplicación de pipetas cuando lo indique el veterinario. Sin embargo, no atacan al 100% el problema, por lo que es necesario realizar desinfecciones de manera habitual con líquidos especiales a tal fin. Uno de estos productos que suele utilizarse es el Echtol diluido en agua. También existen remedios caseros efectivos, como lo son preparaciones a base de agua y cítricos como el limón, utilizando pulverizadores y rociando ciertos lugares del ambiente, ya que son fuertes repelentes de estos parásitos.
Es importante recalcar que NO debemos usar cualquier producto, ya que puede resultar VENENOSO y MORTAL para nuestros compañeros peludos y en lo posible realizar limpiezas y desinfecciones del ambiente cuando ellos no se encuentren cerca, para evitar que ingieran o huelan sustancias que podrían ser dañinas para su salud. Lo más recomendable es siempre consultar a nuestro veterinario de confianza cuáles son los productos apropiados para nuestro hogar y para nuestros amigos de cuatro patas.